La Justicia cree que el hombre de 32 años que se encuentra tras las rejas acusado de secuestrar y abusar de una niña de 10 años a fines de marzo en Monteros es el autor de un ataque muy similar que sufrió una pequeña de ocho en esa misma ciudad, en marzo. De hecho, el juez Mario Velázquez firmó ayer su detención por este otro caso. En el momento de su captura, el fiscal Jorge Carrasco había advertido a LA GACETA: “se le secuestró una bolsa con prendas íntimas femeninas, por lo que se investigará si participó de otros delitos similares. Creo que tiene un perfil de abusador sexual”.
Todos los indicios de la investigación apuntan a que el acusado, a quien se conoce como “Benyi”, el 31 de mayo engañó a una niña que salía de la escuela. El hombre le dijo a la pequeña que conocía a su papá y la invitó a subirse a su moto, bajo la promesa de llevarla a su casa. Sin embargo, la llevó a un descampado y la atacó. Tras consumar el abuso, cometió su segundo engaño, pero a este lo pagó caro: reveló un detalle que provocó su captura.
La niña, atemorizada, le pidió al hombre que le prestara su celular para pedirle a su papá que la fuera a buscar. El ahora detenido le dio su teléfono y hasta llegó a decirle una parte de su clave; luego se lo quitó de un tirón. Con todo, ella ya había alcanzado a ver en el fondo la imagen de una calavera. Ella no lo sabía, pero se trataba de San la Muerte.
Luego de revisar 40.000 fichas de conductores de moto, el personal de la fiscalía separó a los más parecidos físicamente a la imagen que tenían del atacante a partir de las cámaras de seguridad. Al revisar el Facebook de “Benyi”, vieron que era devoto del culto pagano que se representa con un esqueleto con una guadaña. Con estos elementos, se armó un operativo para capturarlo en su casa de Capitán Cáceres. En la casa, además de una bolsa con prendas íntimas de mujeres, hallaron un altar a San la Muerte y un celular que tenía el fondo que había señalado la víctima. Cuando dio la contraseña, los primeros dígitos coincidían con los que había recordado la pequeña.
Con toda esta información, la Dirección de Investigaciones de Monteros advirtió que el 20 de marzo de este año, alrededor de las 18, una niña de 8 años había salido de su escuela en la misma localidad. El caso, que había quedado en manos de la fiscala Mónica García de Targa, parecía calcado: un desconocido la había subido a una motocicleta de baja cilindrada, color negro -como la de “Benyi”- y la había llevado a unos cañaverales para atacarla sexualmente. Las características físicas que había mencionado la pequeña víctima en esa ocasión coincidían con los rasgos del hombre de 32 años, incluyendo un aro en la oreja y la dentadura postiza.
El juez Velázquez ordenó la segunda detención para el hombre, quien continúa alojado en la comisaría de Famaillá. Se estima que, cuando se venza el plazo de su primera detención, habrá un pedido de prisión preventiva en su contra.
Denuncian que abusó de su hijastra
Un joven de 20 años denunció en la comisaría 9° que su hermana de 12 años había sido abusada sexualmente por el padrastro de ambos, de 69 años. Por esta situación, el muchacho discutió con el acusado y este último abandonó la casa, por lo que ahora no saben dónde está. La fiscalía citó para hoy a la madre del denunciante y de la menor.